3 jun 2010

"Purity of essence". Hoodoo Gurus, eternamente jóvenes


KEPA ARBIZU


Países como Gran Bretaña o Estados Unidos suelen eclipsar a otros lugares a la hora de considerarlos como “productores” de bandas de rock. Australia es un ejemplo perfecto. A pocos se les pasaría por la mente nombrarlo como cuna de grandes grupos, aunque la realidad demuestre lo contrario. Nombres tan populares como los de Nick Cave, AC/DC o Midnight Oil proceden de esas latitudes. Pero no todo acaba ahí, casi de cualquier género se puede buscar un ejemplo, proveniente de las antípodas, que no desentonaría entre los mejores representantes de dicho estilo. Desde el pop de Easybeats hasta el heavy punk de Rose Tattoo así lo corrobora.

Hoodoo Gurus también encaja perfectamente en lo dicho, su problema, al margen del mencionado debido a su procedencia, es que su heterodoxia estilística le dificulta encuadrarse en una u otra corriente. El garage, el power pop, el punk o el rock, son modalidades que se mezclan sin ningún pudor en sus composiciones.

Surgidos a mediados de los 80, destacaron por su espíritu animoso, donde se mezclaba una pasión por la serie b y la ciencia ficción (mucha veces patentes en portadas y títulos) con unas letras originales y bien realizadas. Uno de sus grandes logros era pasar de la melodía romántica a la más ruidosa y guitarrera sin ninguna dificultad, consiguiendo un resultado sobresaliente en ambas.

Como suele suceder en grupos de larga trayectoria, casi 30 años jalonan a los de Sidney, se han producido cambios en la formación y un parón entre finales de los noventa y los primeros años del 2000.

“Purity of essence”, su nuevo trabajo, es el segundo de su regreso a la actividad. Dave Faulkner, fundador de la banda, y Brad Shepherd (superado el cáncer que le diagnosticaron el año pasado), en ella desde los inicios, son los dos pilares esenciales, que no únicos, sobre los que se sustenta el sonido de los australianos. Los poderosos riffs del segundo y la voz del primero son elementos claves a la hora de componer atrayentes melodías.

El disco desde un comienzo se sitúa en lo más alto. La inicial “Crackin’ up” contiene un ritmo muy pegadizo a base de una mezcla entre garage y rock donde los coros y la extraordinaria manera de interpretarla consiguen un excelente resultado final. Igualmente interesante resulta “A few home truths”, repleta de melodía aunque algo más contenida.

Los medios tiempos, y sobre todo intercalarlos entre temas mucho más movidos, es una de las cualidades del grupo. Destacan a este respecto “Are you sleeping?”, “Over nothing” y “Evening shade”, esta última de gran contundencia.

Pero es cierto que estamos ante uno de los discos más duros de la banda y que son los ritmos ágiles y rotundos los que sobresalen, como la espectacular “Burnt orange”, en la que demuestran su poco apego al pasado/juventud y donde al punk-rock se le une una potente sección de metales lo que la convierte en un auténtico torbellino musical.

Hoodoo Gurus no puede escapar de su iconoclasia, y su facilidad para ir saltando de estilo en estilo (aunque de un modo muy personal y reconocible). De la mano de unos coros “stonianos”, “What’s in it form me?” se adentra en el garage más oscuro, al igual que “Why so sad?”. También habrá lugar para el hard-rock o el rock sureño (“Let me in” y “Somebady, take my home”).

La música negra no podía ser menos y deja su seña de identidad en algunas composiciones. La irónica “I hope you’re happy” se vale de algunos coros tipo gospel y del sonido de órgano para crear una melodía contagiosa.”Ashamed of me” es un potentísimo blues rock interpretado de forma magistral por Dave Faulkner y en “Only in America”, hay reminiscencias del soul.

El disco se cierra con una melodía de pop típica de los años 60, tal y como explica su título, “1968”, y con la psicodélica “The stars look down”, en la que cantan “I don´t wanna die”, cosa que musicalmente queda demostrado en este excelente disco. A pesar de haber pasado casi 30 años desde que iniciaron su andadura, su energía sigue intacta. Para los acérrimos al grupo, “Purity of essence” servirá para acercarse más a los australianos pero para todos aquellos que hasta ahora los desconocieran, es una manera idónea de adentrarse en su mundo.


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