10 ago 2010

Honky Tonky Sánchez, "Esta tierra hostil". Caminar por el lado oscuro de la música


KEPA ARBIZU



Quien se esconde detrás del peculiar nombre de Honky Tonky Sánchez es Carlos Sánchez, el que fuera componente del grupo Mercromina. Una banda que si analizásemos su árbol genealógico nos daría como resultado un muestrario del rock independiente español.

Carlos Sánchez tras dar por acabado su proyecto “Gonzo”, emprendió una carrera presentándose en solitario bajo el norteamericano sobrenombre.

Escuchando su nuevo proyecto, en activo desde el 2008 aunque presenta ahora su primer disco largo, da la sensación de que las canciones se han formado tras prescindir de todo lo secundario, o decorativo, y quedarse con lo esencial. Una música surgida de las sensaciones más profundas, y habitualmente crudas, del ser humano.

La gran virtud de las composiciones de Honky Tonky Sánchez es su perfección a la hora de aunar música, letras y su propio tono de voz, todo ello puesto a disposición de una atmósfera personal que recrea el lado oscuro de la vida.

“Esta tierra hostil” está construido con las bases del country-folk clásico donde también se hace patente el lado canalla de Tom Waits,, la personalidad de Bonnie Prince Billy, las visiones apocalípticas de Dave Edmunds o referencias más cercanas como Nacho Vegas o el Josele Santiago más dramático.

Para la elaboración del disco se ha rodeado de músicos cercanos a él y con los que ha tenido relación a lo largo de sus diferentes andaduras, como es el caso de Joaquín Pascual, José Manuel Mora o Carlos Flan.

“Pablo Borell”, la historia de un indigente, o “El mal de Mankiewicz”, perfectamente construida incluido el “in crescendo” que se va fraguando hacia el final, pueden servir como unas magníficas cartas de presentación de este “nuevo” artista. En ellas se compendian todo el imaginario que conforma este proyecto.

Llama la atención “Lucky man”, uno de los temas más sorprendentes e imaginativos del disco, con más de 10 minutos de duración. Repleto de fuerza, y cantada en inglés, se mezclan partes soul, las interpretadas por la voz femenina, con otras más cercanas al estilo de Bob Dylan.

“El impostor” y “No hay paz cuando estás cerca de mí” son los ejemplos del sonido en su forma más reflexiva y clásica. Por el contrario, “El secuestro de Luis Morales” enseña la cara más latina del disco por medio de un tono fronterizo, tanto en el aspecto musical, incorporando trompetas, como en el de la letra, relatando una historia de un asesinato con toques de realismo mágico.

Como pequeños pensamientos musicales aparecen temas instrumentales que mantienen la misma tensión y características que el resto de las composiciones. Se trata de “El río de cadáveres” o “Perros de lluvia” en forma de epílogo.

Un disco que tanto por su temática como por su forma se propone atacar los sentimientos más escondidos y ocultos, en definitiva, la parte más oscura de los hombres. Y ya se sabe que cuando esta intención se lleva a buen término el resultado suele ser llamativo y de lo más adictivo, tal y como le sucede a este primer trabajo de Honky Tonky Sánchez.


Escrito originalmente para:
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article17268