27 feb 2012

Lambchop: “Mr. M”


KEPA ARBIZU


Si lo estilos, etiquetas o las diferentes denominaciones que se utilizan para definir un sonido, en muchas ocasiones suelen ser inexactas e incluso limitan más que explican, todavía es más patente ese hecho en casos como Lambchop. Su mezcla entre country, folk, pop e incluso jazz, se escapa a cualquier intento por calificarla.

Una banda, la de Nashville, que a nadie debe sorprender el hecho de definirla como el instrumento o proyecto personal de Kurt Wagner (ese hombre siempre ataviado con una gorra) y por lo tanto liderado por su talento e inspiración, únicas directrices del grupo, siempre interpretadas eso sí desde el minimalismo y con grandes dosis de profundidad.

“Mr. M”, su nuevo trabajo, es un disco fascinante desde muchas ópticas. La primera es la tendencia que ha llevado Lambchop a la hora de incrementar la presencia de instrumentación y de añadir influencias al sonido folk-country clásico. En este disco no es ya que utilicen secciones de cuerdas y demás condimentos, sino que la base de muchos de los temas es prácticamente orquestal y muy cercana a la música de cámara.

Otro elemento clave a la hora de comprender y empaparse del álbum es que tras él está la reacción de Kurt Wagner por la muerte, en el año 2009, de su amigo y colaborador ocasional Vic Chesnutt, otro músico que manejaba a la perfección el dramatismo en su obra. No estamos ante un homenaje obvio ni evidente, a pesar del gran shock dramático que supuso para el autor, sino ante un “leitmotiv” para, utilizando su lírica habitual, reflexionar sobre la soledad, la pérdida y también, el amor.

Con estos mimbres no es de extrañar que el disco, producido por el habitual Mark Nevers, haya sido definido como un cruce entre la psicodelia y Frank Sinatra (en su faceta más pop), aunque en verdad es mucho más y basta con dejarse imbuir por los primeros acordes, pura instrumentación, del tema que sirve de apertura, "If not I´ll just die”, para darse cuenta de que el jazz y los arreglos al estilo de Burt Bacharach van a ser también parte de los integrantes. Si la forma de cantar (sobria y profunda) ha sido siempre una característica fundamental del grupo, en este álbum sonará en primer plano y destacada, como casi nunca hasta ahora, la voz de Kurt Wagner, llegando a cotas realmente emocionantes como en la romántica “Buttons” o sonar sobrecogedora en “Kind of”, donde es puro sentimiento.

En un terreno folk-country más clásico se mueven temas como “The good life (is wasted)”, fuertemente instrumentado y en esta ocasión mezclando los diferentes ambientes, e instrumentos, que se dan cita, algunos de ellos opuestos, produce una chocante sensación, muy cercana a la que buscaba en ocasiones Vic Chesnutt. El deje soul se presenta en composiciones como “Nice without mercy”, esta vez tratada con un minimalismo de densa profundidad al estilo de Bonnie “Prince” Billy, o en las emotiva “2B2”, con influjos de M Ward. “Mr. Met” (titulo original para el disco que por cuestiones de derechos no cuajó), seguramente sea la canción que de manera más directa se refiere al “homenajeado”, opta por tomar la forma de un pop elegante y ornamentado.

Aunque suene disparatado lo menos importante es si este trabajo es mejor o peor en comparación con otros anteriores de Lambchop. Una cualidad de Kurt Wagner es dotar a su música de una contundente emotividad, “Mr. M” teniendo a Vic Chesnutt como guía para estas nuevas canciones, consigue un torrente de sensaciones que llegan directamente al oyente y es capaz de proporcionar emociones dispares como la calidez o una profunda desazón, y esa es una cualidad que vale quilates en el mundo de la música y del arte en general.

Escrito originalmente para: http://www.elgiradiscos.com/2012/02/lambchop-mr-m.html