14 jun 2012

The Last Internationale. La revolución será cantada y a ritmo de blues



KEPA ARBIZU


Siempre se achaca una falta de compromiso a las nuevas generaciones del rock. En este sentido el pasado siempre se presenta como un ejemplo donde la calidad artística e implicación social se daban de la mano en muchos ejemplos. Aunque la observación tiene sus dosis de razón también lo es que a pesar de las infinitas posibilidades que hay hoy en día de acceder a todo tipo de propuestas muchas de ellas pasan desapercibidas, algo que podría correr el riesgo de sucederle a The Last Internationale.

Se trata de una bande de rock, aunque en principio y en esencia son un dúo (Delila Paz y Edgey), en la que se mezclan diversas influencias musicales (del punk al folk) y en la que está muy presente un sólido discurso político. No es casualidad que el afamado programa de la activista Amy Goodman “Democracy Now” le haya dedicado un hueco al grupo.

A su actual momento, están presentando su segundo disco “Choose your Killer” (editado hace ahora un año) y con uno tercero en preparación, llegan por medio de un primer trabajo, homónimo, en el que se ya se percibían la intención de dar saltos estilísticos aunque en esa ocasión predominaran los tiempos lentos como indican temas como “Workers of the World - Unite”, “Where Have All the Flowers Gone?” o “Free Troy Davis!”.

En su, lo que hasta ahora es, último álbum, la energía y un mayor poderío musical, debido también al aumento en número de integrantes del grupo, se hace notar de manera flagrante así como la irrupción del blues como estilo clave, valgan como ejemplo las versiones de dos temas clásicos del género como “It Hurts me Too” y “Dust my broom", ambas desde la eprspectiva de Elmore James, (“House of the Rising Sun” completa el trío de temas ajenos) o la composición propia “Black cat”.

Al margen de esto encontramos varias piezas como “Life, Liberty and the Pursuit of Indian Blood” o “Crawlin’ Queen Snake” que inciden en un sonido de rock moderno y dinámico pero con esencias negras de fondo, lo que puede llevar a recordar a bandas como The White Stripes, en este caso mezclado con P.J. Harvey o el deje evidente a Chris Hynde en el tono de Delila. Algo que también se hará patente en composiciones más oscuras y reflexivas como “Walk Away”. No faltarán tampoco arranques punks de lo más acelerado como “World Inside My Head”.

Las esencias de la música tradicional americana también están presentes en su forma más ortodoxa, en “The Personal is Political”, es fácil ver la sombra de un abanico de intérpretes que abarca desde Joan Baez a Patti Smith. No pueden faltar soflamas políticas, omnipresentes en el disco de manera más o menos evidente, en su forma más clara y directa como la tribal “Hoka He!” en la que colabora el activista indeginista Tiokasin Ghosthorse.

Delila lidera con desparpajo y carisma un grupo que bebiendo de las fuentes de las raíces de la música popular estadounidense, dándole al blues preponderancia, articula un discurso donde lo social y político alcanzan un papel primordial sin dejar de lado nunca un alto nivel compositivo. The Last Internationale perfectamente podrían ejercer de banda sonora de la esperada/deseada revuelta global.

Escrito originalmente para:  http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article38368