6 may 2013

Iggy and The Stooges: “Ready to Die”



KEPA ARBIZU


The Stooges son sinónimo de visceralidad. Precisamente de ella han hecho su santo y seña y lo han conseguido a base de intercalarla entre grandes cantidades de talento. Iggy Pop, como su cara más visible, ha sido capaz, además de personificar esa sensación, crear un particular estilo que le ha permitido poder pasar de su pose más salvaje hasta salir indemne de su reciente acercamiento a la “chanson”. 

En este año 2013 el grupo se presenta con la baja evidente de Ron Asheton, tras su fallecimiento en el 2009, pero recuperando al guitarrista James Williamson, que además hace las funciones de productor y coautor de las canciones. Una “aparición” que supone poner la vista en uno de los momentos más álgidos y representativos del grupo, como fue el “Raw Power”, editado en 1973. 

El hecho de que su predecesor, “The Weirdness”, fuese un patinazo en toda regla, sonando demasiado plano y sin pegada, alisa mucho al camino a este nuevo trabajo que en su interior destila rabia, la pérdida de creencias en todo y resultando a la postre la banda sonara del final de una forma de vida. Algo coronado con un muy significativo título: “Ready to Die”. 

Aunque pueda parecer una perogrullada la aclaración, el disco aparece bajo el nombre de Iggy and The Stooges, lo que quiere decir que estilísticamente pretender recuperar la esencia de la banda pero también tener en cuenta la personalidad de “La iguana” y los caminos que a lo largo de su carrera ha transitado. Dicho esto, el motor dinamizador de las canciones es la maravillosa y personal forma de tocar la guitarra de Williamson, que destilará pura electricidad, hasta hacerse con los mandos, en “Burn”, sacará su lado más rock and roll en “Gun”, una de las más incisivas en cuanto a su mensaje (“If I had a fucking gun I could shoot at everyone”), o se mostrará más sucia en la punk “Dirty Deal”. 

Manteniendo el sonido más contundente también hay derivaciones hacia otros ambientes como el hard rock, un género que el cantante en solitario ya ha manejado, de “Ready to Die” o un tema como “Sex and Money”, mucho más deslavazado en cuanto a ritmo y adornado por medio de coros femeninos y saxofón, quedando la guitarra difuminada entre el conjunto sonoro.

La parte que más puede llamar la atención dentro de este álbum es aquella que prescinde de la electricidad y en general renuncia al rock. Iggy Pop sacará su lado “crooner” (situación en la que ya ha demostrado que se sabe mover muy bien) y se apoyará en música de “raíces” para dar forma a temas como “Unfriendly World”, una interesante visión sobre el paso del tiempo, o “The Departed”. En el caso de “Beat That Guy” añadirá un tono más onírico a la composición. Como en los anteriores dos temas utilizará el acústico como forma mayoritaria de desarrollar la canción. 

No creo que nadie a estas alturas esperara que “Ready to Die” pudiera competir de igual a igual con trabajos míticos como “Fun House” o “Raw Power”. Eran otros tiempos que todo indica que no volverán. Sin embargo a la hora de valorar este nuevo álbum es imposible desprenderse del espíritu que ha construido la banda y que le ha granjeado un lugar en la historia, y sin estar ante un mal disco, sí que suena demasiado aseado su sonido, a pesar de la rabia que transmite, y con falta de esa chispa salvaje que siempre debería ir emparejada a The Stooges. 

Escrito originalmente para: http://www.elgiradiscos.com/2013/05/iggy-and-stooges-ready-to-die.html