12 dic 2013

“Sin Crédito”, Mamá. Pegadizas melodías con sabor agrio



KEPA ARBIZU

Hay músicos que parece como si pusieran su carrera al servicio de una única misión. Por ejemplo, la lucha por conseguir la melodía pop perfecta, haciendo de ella su particular “Santo Grial”. José María Granados es uno de esos buscadores infatigables de los compases exactos. Una tarea en la que lleva ya unos cuantos años y con unos resultados muy satisfactorios. 

Como si de un eterno retorno se tratara, el madrileño está de vuelta, desde hace unos años ya, concretamente desde el2009, con el grupo que le vio triunfar en esto de la música, Mamá. Una configuración actual en la que están también los “clásicos” Carlos Rodríguez y Miguel Ángel Gutiérrez. Una banda que en medio de la vorágine ochentera optaron por el pop, algo que les costó cargar con el injusto apelativo de “ñoños” (en la forma y en el fondo) de la época. Ahora en 2013 su guerra sigue siendo la misma y sus pretensiones también. 

“Sin Crédito” aparece ahora en formato disco largo tras haber seguido el novedoso camino de ir ofreciendo paulatinamente sus canciones por entregas. Se trata de un trabajo que pone sobre la mesa las virtudes de un grupo al que muchas veces, quizás por el contexto en el que les tocó lidiar, se las han negado. Sus melodías pop de guitarras es marca registrada de la casa, pero también lo son, y ahí quizás radique una de sus grandes originalidades, las letras, que si bien es cierto que tratan historias cotidianas con cierto toque “naive”, que el paso del tiempo ha hecho madurar, también lo es que tras ellas se suele esconder un juego de dobles sentidos en el que no pocas veces asoma la ironía. 

No es de extrañar por lo tanto que su canción adelanto haya sido “Como aquella de los Kinks”, un muy logrado homenaje a la banda inglesa, los cínicos por excelencia, en el que saben jugar con ese ritmo cabaretero habitual de los hermanos Davies y compañía y del que se sirven para hacer una reflexión sobre el hecho de hacer canciones. El deje “british” se mantendrá en otros temas como la agridulce y deliciosa “Domingo por la tarde”. 

La esencia más puramente Mamá, aquella que trata de fusionar las fuertes guitarras con las melodías pop, la peculiar forma de cantar de Granados y ese poso melancólico, se deja ver en temas como “Sin crédito” o “Lo que dices”, ambas con posibles dobles lecturas. Utilizando estos mimbres básicos aparecerán variaciones como un tono más evocador con gotas a lo Antonio Vega en “Amantes”; el ritmo sincopado que nos lleva hasta la “new wave” en “Todos los niños se portan bien”; el rock and roll trotón de “La puerta de casa”, interesante declaración de principios a la hora de ser uno mismo (temática muy recurrente), o el pop retro de “No te lo voy a decir”. 

Un pequeño apartado merecen aquellas canciones que tienen, en lo musical, un espíritu mucho más rock. Así se atisba en la perfectamente construida “Buenos tiempos”, otra defensa del “yo” frente a su entorno, o el deje psicodélico de “Cuando estás cerca de mí”. El momento más contundente en este sentido lo aporta “La tirolina”, un medio tiempo intenso y de guitarras profundas que realiza una descripción del desolador panorama social actual. 

En música, al igual que en otros tantos ámbitos de la vida, realizar lo aparentemente sencillo y/o pegadizo no es sinónimo de fácil, aunque siempre se le suela adjudicar un injusto calificativo de superficial. Mamá lleva años demostrando que ese tipo de ritmos pueden esconder una segunda lectura además de su intrínsico tono divertido y contagioso. “Sin Crédito” refuta esa teoría ofreciendo otro muestrario de grandes canciones. 

Escrito originalmente para: http://tamtampress.es/2013/11/18/sin-credito-mama-pegadizas-melodias-con-sabor-agrio/