21 dic 2010

Entrevista a José Ignacio Lapido: "Siempre he creído que hay que afrontar con dignidad las adversidades"


KEPA ARBIZU



El granadino José Ignacio Lapido es la representación palpable de que se puede hacer rock escrito en castellano con calidad y con una clara vocación de querer contar algo y además hacerlo de una manera inmejorable.

Tanto su actual carrera en solitario como su época de integrante de los hoy míticos 091 le ha hecho merecedor de ser uno de los músicos más respetados y merecidamente alabados.

"De sombras y sueños", su último disco, es una nueva colección de historias contadas por medio de un rock maduro y donde los medios tiempos de contundente lirismo (marca de la casa) sirven como principal, que no única, correa de transmisión.

Recién embarcado en la gira que sirve de presentación de su nuevo trabajo contesta a nuestras preguntas para analizar el significado de sus canciones, su visión de la música y de la realidad.

Para este nuevo disco, “De sombras y sueños”, has recurrido por primera vez en mucho tiempo a un productor externo (Paul Grau). ¿Porqué tomas ahora esa decisión y de qué manera ha influido en el resultado final?

Creí que era el momento de contar con una opinión externa que renovara un poco el espectro sonoro de mis grabaciones, pero claro, tenía que ser una opinión cualificada, y creo que he acertado eligiendo a Paul, que tiene mucha experiencia grabando rock y tiene unos gustos musicales que coinciden en parte con los míos.

El disco tiene un tono general bastante pesimista pero a la vez sobrevuela la idea de aguantar y mantenerse en pie a pesar de las adversidades. ¿Era tu intención lanzar la idea de que resistir es una forma de ganar?

No intento lanzar premeditadamente ninguna idea, pero es cierto que eso que señalas está ahí. Siempre he creído que hay que afrontar con dignidad las adversidades. El hecho mismo de sacar otro disco es un ejemplo de esto que te digo. Hubiese sido mucho más cómodo parta mí arrojar la toalla y decir ya está bien por hoy, aunque la verdad es que no sé si mi resistencia es un acto consciente, creo más bien que es de una inconsciencia total.

Otro punto importante del disco son las colaboraciones, entre ellas destacan las de Miguel Ríos, Quique González o Amaral. ¿Cómo fue el proceso para asignarles cada canción, lo elegiste tú según las cualidades de cada uno, escucharon ellos previamente los temas...?

El proceso fue sencillo: cuando decidí que hubiera colaboradores, los llamé y se lo propuse. Ya los conocía a todos previamente por colaboraciones anteriores en directo. Todos ellos dieron muestras de gran generosidad al aceptar sin saber qué canción iban a cantar. Luego les mandé una maqueta de los temas que les había preparado y vinieron al estudio y los grabaron. Creo que sus intervenciones han engrandecido el disco.

“Algo falla” es seguramente la canción con una letra más social, por decirlo de alguna manera. En ella hablas de la manipulación y el engaño al que estamos sometidos. ¿Crees que con el paso del tiempo y sobre todo con el mayor acceso a la información se ha paliado esa situación o por el contrario “todo ha cambiado para permanecer igual”?

Creo que actualmente hay tal sobredosis de información y de estímulos audio visuales que es difícil saber discernir dónde está la verdad y dónde el engaño. La virtualidad que nos proporcionan las nuevas tecnologías puede llegar a ser desquiciante: en las redes sociales tenemos cientos de “amigos” a los que jamás hemos visto el careto. Si seguimos esa inercia podemos llegar a creer que somos felices en este sistema, cuando la puta verdad es que seguimos tan alienados como siempre.

La base de tus últimos discos son medios tiempos o canciones lentas y parece haber disminuido algo las composiciones más rockeras, en el sentido de ritmos acelerados y guitarras más fuertes. ¿Es una decisión premeditada o algo que ha surgido de forma natural?

Las canciones son las que mandan y es inútil tratar de vestir una canción con una ropa que no le viene bien. Salen así, no hay premeditación.

A pesar de presentarte como un músico en solitario tienes una banda de músicos que te acompaña de manera fija. ¿Cómo es el proceso de composición de los temas, es un trabajo completamente tuyo o colabora el grupo de alguna manera?

Yo compongo las canciones, la letra y la música. En el ensayo colaboran los músicos a la hora de los arreglos. Me siento muy agradecido de poder contar con esta banda que me acompaña ya desde hace algunos años. Víctor Sánchez, Raúl Bernal, Popi González y paco Solana, son buenas personas y mejores músicos.

Has declarado que tus últimos discos te ha costado trabajo terminarlos y has acabado exhausto. ¿Te refieres a un cansancio más físico o mental/intelectual?

Pues… de los dos tipos. Tal vez el cansancio mental es el que más me trae por la calle de la amargura, pero el físico, a mi edad, también se nota. Cuando acabé las mezclas me sentí como si hubiese corrido un maratón sin beber un solo trago de agua. Estaba par ael arrastre.

Tu trabajo suele ser alabado por la crítica, tienes gran apoyo por parte de los músicos y unos seguidores muy fieles. ¿Qué sensación te causa que todo eso no se materialice en, por ejemplo, un mayor apoyo de la discográficas y mayor repercusión?

Tengo el apoyo total de mi compañía discográfica. Pentatonia Records confía en mí plenamente. El apoyo de las demás compañías no lo necesito para nada. Te mentiría si te dijera que no me gustaría que mis discos tuvieran mayor repercusión comercial. Claro que sí, como a todo el mundo. Lo que ocurre es que la realidad es la que es y no podemos perder el tiempo en lamentaciones extemporáneas. Yo hago mis discos a sabiendas de que van a tener un impacto reducido, pero no por ello le pongo menor empeño.

Tus canciones dan la sensación de ser muy personales y de transmitir tus sensaciones y sentimientos ¿Ese hecho hace que a la hora de grabar un disco esté sujeto e influenciado por el momento personal concreto que vives o tiendes a hacer una mirada más universal y general?

En mis canciones hay un continuo intercambio de información personal y general. Es como si mezclara el diálogo interior con una sesión de psicoanálisis y una lectura desquiciada de los periódicos del día. Como ves, ni yo mismo sé lo que son.

Después de casi 30 años en el mundo de la música, ¿ha cambiado mucho la manera en que afrontas el hecho de grabar un disco o de salir de gira?


Supongo que sí, pero hace tanto tiempo de aquello que ya ni me acuerdo de cómo afrontaba yo aquello. Imagino que con una gran dosis de cara dura. Apenas sabíamos tocar y nos atrevíamos a meternos en un estudio de grabación y a dar conciertos. El caso es que ahora, 30 años después, se supone que sé un poco más del oficio pero me pone más nervioso que entonces enfrentarme al público, cuando tendría que ser al revés.

En la actualidad la forma de consumir música en general se basa en escuchar mucha pero desecharla rápida en una premisa casi de “usar y tirar”. Tus discos, en cambio, requieren cierta dedicación por parte del oyente y tienen una vocación de durar en el tiempo. ¿Cómo te sientes en ese contexto?

Es verdad que mis canciones agradecen una segunda y una tercera escucha. Tienen matices que se captan dándoles un poco de tiempo en el reproductor, pero es lo que ocurre con los discos que a mí me gustan. Jimi Hendrix necesita su tiempo para ser degustado en toda su grandeza. Bob Dylan también… y no pretendo compararme con ellos, pero eso es así.

Escrito originalmente para:
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article20890