29 dic 2010

"World is yours", Motörhead. La fuerza intacta



KEPA ARBIZU



Motörhead comenzó su carrera justo a mediados de los años setenta. En los ochenta, con la llegada de los sintetizadores y la música disco ellos continuaron con su aguerrido y primitivo sonido. En los noventa ni el grunge ni el rock alternativo les borró del panorama. En el nuevo siglo ni el revival del post punk ni los millones de “hypes” patrocinados por las revistas evitaron que sus discos siguieran apareciendo. Y es que hay toda una generación que no concibe la existencia del rock sin la presencia de los ingleses.

Lemmy Kilmister es su cara visible y su indiscutible líder, encargado de la voz y el bajo. Se trata de un personaje que ha sobrevivido al famoso “sexo, drogas y rock and roll”, comenzó su carrera en Hawkind, fue “roadie” de Jimi Hendrix y a sus 65 años sigue enarbolando el lado más canalla de la vida, recopilando todo tipo de parafernalia militar y defendiendo su fanatismo por The Beatles.

No hay que dejar de recalcar que no sólo estamos ante un grupo de gran longevidad sino que en esa larga lista de lanzamientos musicales es casi imposible encontrar ningún gran borrón, cosa que resulta más meritorio dado que nunca han dejado de producir material con cierta rapidez y muy al contrario si pueden presumir de tener un buen puñado de discos y/o canciones realmente memorables e imprescindibles.

La actual formación, a pesar de no ser la original (repetimos que 35 años de carrera dan para muchos cambios), sí es la que más tiempo se ha mantenido estable. Eso quiere decir que Phil Campbell, Mikkey Dee y por supuesto Lemmy han demostrado su solvencia de manera más que sobrada.

El nuevo álbum de la banda, “World is yours”, no ofrece grandes novedades respecto al sonido habitual pero Mötorhead pertenece a ese tipo de formaciones, junto a otros míticos como Ramones o AC/DC, que con un sonido totalmente reconocible y sin cambios sustantivos en él, tiene las suficientes credenciales como para no poder achacarles nada por su supuesto hermetismo, al contrario. Ellos son los que son y así lo quiere su público.

“Born to lose” es la encargada de iniciar las hostilidades por medio de una base rítmica atronadora puesto al servicio de un potente y duro hard rock que pondrá el listón en una intensidad que no decrecerá con el transcurso del álbum. Menos atronadora y con unos cánones más clásicos, pero dentro de los mismos parámetros que la anterior, se presentan "Devils in my head" y "Waiting for the snake". “Brotherhood of man” es la concesión que el grupo hace a su vertienete más “metalera”, un tema que no encaja del todo viendo el tono general que se impone en el disco.

Ese espíritu punk que siempre ha estado presente en el armazón musical de los ingleses queda patente en esta ocasión en la acelerada y estupenda "I Know what you need", dirigida magistralmete por la guitarra de Phil Campbell que suena a clásico de la banda. "Get back in line" también se mueve en los mismos aspectos pero con un tono más rockandrollero.

Y es que en este disco el espíritu del rock and roll clásico, el surgido en los años 50, está más presente que nunca tanto en lo musical como en su espíritu de rebeldía y desparpajo. No es de extrañar el clarísimo homenaje que hace por medio de “Rock and roll music” de todos sus héroes musicales. Ese “clasicismo” esta presente también en la descarado punto y final que supone "Bye bye bitch bye bye".

Se podrían buscar matices y referencias conctretas en el álbum para sacar como conclusión que se trata de un trabajo donde aparece con cierta intensidad la parte más clásica, en cuanto a rock and roll se refiere, de la banda, pero creo que no es necesario nada más que decir que es un nuevo disco de Motörhead con su actitud macarra y batalladora de siempre y con su esencia intacta. Eso debe de ser suficiente para que el amante de los sonidos rockeros quede más que satisfecho con “World is yours” y que se haga patente que Lemmy y compañía, por lo menos hasta ahora, siguen sin dar señales de fatiga ni de estancamiento.

Escrito originalmente para:
http://tercerainformacion.es/spip.php?article20984