5 sept 2011

"3", Buffalo Killers


KEPA ARBIZU


Es cierto que Buffalo Killers pertenecen a esa hornada de bandas relativamente jóvenes que han hecho del hard rock más rudo y setentero su seña de identidad. No es menos cierto que los hermanos Gabbard imprimen a su música unas características muy concretas que les hace especiales o por lo menos diferenciarse de los cánones más rígidos de este tipo de música.

Desde que debutaron, de manera brillante, con su disco homónimo quedó claro que la influencia de la psicodelia (desde Beatles hasta David Bowie) era capital a la hora de constituir su perfil, y es precisamente ese detalle el que les ha hecho poseedores de una “voz” muy particular.

En su anterior trabajo, “Let it ride”, a pesar de trabajar con uno de los “rey midas” en la actualidad de este tipo de sonidos, el líder de The Black Keys Dan Auerbach, el resultado final no fue del todo satisfactorio y en conjunto el disco adolecía de cierta cohesión.

Su nuevo disco resuelve esas pegas y tiene un finalizado mucho más compacto. Algunos de los ingredientes básicos de la banda continúan sobre la mesa y sus riffs contundentes aparecen en forma de rock tradicional como en el caso de “Huma bird”; con toques de la psicodelia de Cream (“Circle day”) o incluso en el pop rock con aires de soul (aderezado con sección de metales) que es “Move on” y que se mueve por los derroteros de bandas como Primal Scream o My Morning Jacket.

Lo que si es palpable en este álbum es el acercamiento o por lo menos eldecantamiento por el sonido tradicional americano. “Mountain Sally” es una clase magistral de country-rock con influencias de Neil Young, un nombre que será recurrente a lo largo de buena parte del disco. “Spend my last breath” o “Take your place” son melodías country-folk con ese ambiente envolvente que practican Fleet Foxes o Felice Brothers. En “Lili of the valley” sobrevuela el sonido californiano de finales de los 60. “All turn to cloud” vuelve por las melodías más campestres, otra vez con la presencia del canadiense en la mente.

A la habitual ecuación de psicodelia y hard rock, Buffalo Killers ha añadido en esta ocasión una sensibilidad por el sonido americano tradicional que consigue un resultado sorprendente y magnífico, suponiendo un nuevo paso para el grupo y consolidándose como una banda a la que es conveniente tener muy en cuenta.