25 oct 2011

"Bad as me", Tom Waits. Un nuevo capítulo para la leyenda


KEPA ARBIZU



Hay buenos músicos, intérpretes reconocibles, otros más o menos originales y luego existe una suerte de elegidos que tienen una personalidad tan arrebatadora que invade toda su creación musical y nada escapa a ella. Tom Waits es un magnífico ejemplo de esta cualidad.

Precisamente ese magnetismo con el que cuentan personas como el músico californiano hace que no importe demasiado que decida realizar un triple disco de rarezas, caras b y demos, Orphans (Brawlers, Bawlers & Bastards) ; recopile las canciones para un musical inspirado en la amada de Lewis Carroll (“Alice”) o interprete alguno de sus papeles como actor porque todo tiene su sello y eso es siempre una garantía.

A lo largo de todos estos años Waits ha construido un mundo estilístico propio en el que se dan cita las voces contundentes de bluesman como Howlin’ Wolf o del tenebroso Screamin' Jay Hawkins; unas letras con el poso de las crudas historias, no exentas de romanticismo, de los “beatniks”, Bukowski o Hubert Selby Jr. y las contundentes percusiones provenientes del rock and roll primitivo.

“Bad as me”, su regreso tras 7 años sin material nuevo (en medio de ese intervalo se encuentra el triple disco de rarezas), no contiene diferencias sustanciales con las obras de su última época aunque sí hay que matizar que los temas que lo forman se alejan de complejidades y largos desarrollos y a pesar de ser un disco bastante heterodoxo en cuanto a lo estilístico, es muy directo y conciso. Para dar forma a todo ello se ha rodeado de sus habituales acompañantes, como su esposa Kathleen Brennan en las labores de producción y composición, su hijo Casey en la batería, su mano derecha Marc Ribot en la guitarra o Larry Taylor al bajo. Otros que han participado de forma más esporádica como Les Claypool o Charlie Musselwhite también están presentes y alguna jugosa y famosa aparición como la de Flea, Red Hot Chili Peppers, Dave Hidalgo de Los Lobos o la de Keith Richards.

Como inicio del álbum el músico de California ha elegido un vibrante y arrollador ritmo, en buena parte gracias a la sección de metales, como es el de “Chicago”. Las percusiones sincopadas y potentes habituales y características en su música se hacen patentes en temas como “Raised right men” (con el bajo de Flea), un blues de lo más estrambótico que tiene su réplica en “Get lost” pero en esta ocasión con un tono de rock and roll de los años 50. Con “Hell broke luce” los ritmos tribales toman su mayor expresión construyendo una melodía que se podría definir como onomatopéyica con una cruda letra antibélica (How is it that the only / ones responsible for making this mess / Got their sorry asses stapled to a goddamn desk). “Bad as me” es una de esas maravillosas locuras hipnóticas y extrañas al estilo de Screamin’ Jay Hawkins. Música negra seminal e interpretada con potencia y atrevimiento es el, llamámosle, homenaje a los Rolling Stones “Satisfied”.

Una de las grandes cualidades de Waits es la manera de intercalar, a veces fusionar, la parte más salvaje de su música con la romántica. Tanto es así que este disco tiene una buena parte de composiciones de este estilo. “Talking at the same time” es un jazz oscuro que rápidamente nos remite a cualquier antro de mala muerte repleto de humo y personas de mal vivir que curiosamente interpreta con un tono de voz de lo más delicado. Sobresalen varios de los temas en los que interviene Dave Hidalgo, ya sea en la preciosa y nostálgica “Pay me”, en la sosegada “Back in the crowd” con un aire a Roy Orbison o en la espectacular “New year’s Eve” en la que el componente de Los Lobos pone su voz de fondo y su habitual sonido de acordeón, dando como resultado una canción que es un lamento romántico a ritmo de vals (“I’m the last leaf on the tree / The autumn took the rest but they won’t take me”).

Es verdad que no hay nada nuevo, o por lo menos que no nos haya enseñado ya antes, en este “Bad as me” pero probablemente Tom Waits no lo necesite, los convencidos de su talento encontrarán en estas canciones más motivos para encumbrarlo, y para los que todavía no se hayan sumergido en uno de los creadores con un mundo propio más asombroso y arrollador este puede ser un magnífico punto de enganche.