KEPA ARBIZU
James Cotton es, probablemente, el último gran armonicista clásico de blues que queda vivo. Si uno se molesta en leer los créditos de muchas de las canciones de grandes intérpretes del género como Muddy Waters o Howlin’ Wolf encontrará su nombre en ellos. Su papel en esas grabaciones, y en su carrera en solitario, superaba el de mero acompañante, ya que la labor que desempeña, en sus manos, o en su boca por decirlo con más exactitud, adquiere un poso artístico realmente importante, de hecho su aparición es una inequívoca señal de calidad.
A pesar de que su estado de salud no es el más óptimo a sus casi 78 años (incapacitado de movilidad y tras haber pasado un cáncer de garganta), su carrera no ha parado y con más o menos actividad ha ido avanzando poco a poco sin pausa. “Mouth Man Cotton” es el último paso de esa trayectoria. En esta ocasión el mítico músico se va a dedicar casi exclusivamente, salvo alguna breve excepción, a tocar la armónica además de ser el compositor de los temas del disco, muchos de ellos, eso sí, escritos junto a su productor Tom Hambridge.
Para subsanar la pequeña rémora que supone su parcial protagonismo, y como ya ha hecho en pasados trabajos, el bluesman se va hacer acompañar de una pléyade de músicos de gran talento. Entre todos ellos, al margen de otros menesteres, completarán la labor de Darrell Nulisch, que ejercerá de vocalista principal de las canciones que forman el álbum.
James Cotton desarrolló buena parte de su carrera integrado en la “escuela de Chicago”, por lo que es más que lógico que en este su nuevo disco una buena parte de su contenido esté marcado por ese tipo de sonidos. El blues arrastrado e intenso a lo Muddy Waters quedará patente en “Mississippi Mud”, interpretado por uno de los músicos del género más importante en la actualidad, Keb’ Mo’. “He Was There”, “Saint on Sunday” o “Hard Sometimes”, esta última con Delbert McClinton a las voces, optarán por un sonido más potente e igual de clásico.
Pero este disco no es para nada una revisión del sonido donde el armonicista destacó principalmente, sino una mirada mucho más amplia. Precisamente debido a esa amplitud estilística nos vamos a poder encontrar con ritmos que coquetean con el boogie como “Something for Me”, en el que el invitado en esta ocasión es Warren Haynes, o la canción que da nombre al disco (con la guitarra de Joe Bonamassa). También habrá hueco para el blues-funk de “Midnight Train”, con Greg Allman. Un sonido más elegante y menos áspero, al estilo Robert Cray, es el que desprende “Blues is Good for You”. Uno de los momentos más emotivos llega de la mano de Ruthie Foster, que interpreta magistralmente y con gran profundidad “Wrapped Around my Heart”. El colofón lo pondrá la voz debilitada del propio Cotton en la descarnada “Bonnie Blue”, donde saca toda su talento y sus maneras heredadas de Sonny Boy Williamson II.
“Cotton Mouth Man” está muy lejos de ser un disco meramente realizado para mayor gloria del septuagenario músico. El álbum va mucho más allá, y con su armónica sonando repleta de fuerza y sentimiento además de con la ayuda de amigos y admiradores del mundo de la música, saca adelante un espectacular trabajo que reivindica el blues en el que creció pero que sin olvidar tampoco sus diferentes derivaciones y sonoridades. En definitiva, los clásicos lo son por algo.
Escrito originalmente para: http://www.culturamas.es/blog/2013/06/25/cotton-mouth-man-de-james-cotton-toda-una-vida-soplando-blues/